En una muestra de fe y compromiso comunitario, jóvenes de distintos barrios de Las Termas presentaron el tradicional Pesebre Viviente en la Capilla de Jesus de la Divina Misericordia y Virgen de Guadalupe, una representación que fue más allá de lo teatral para convertirse en una experiencia significativa de fe y unión comunitaria.
El evento involucró a aproximadamente 100 jóvenes de entre 14 y 27 años, provenientes de cuatro sectores principales de la ciudad: Centro, Villa Balnearia, El Alto y Soberanía. La preparación del espectáculo demanda casi dos meses de ensayos y planificación meticulosa.
«Si bien año a año nos renovamos y buscamos darle un toque particular, conservamos el guión tradicional», explican los organizadores. Este balance entre tradición e innovación ha permitido que el evento mantenga su esencia mientras se adapta a nuevas generaciones.
El Pesebre Viviente cumple múltiples objetivos dentro de la comunidad religiosa. Más allá de la representación navideña, sirve como catalizador para fortalecer vínculos entre los jóvenes que se preparan para recibir el Sacramento de la Confirmación. A través de esta actividad, los participantes experimentan de manera tangible valores evangélicos como la humildad, el amor y la esperanza.
La iniciativa representa un verdadero trabajo en equipo, donde cada joven aporta su talento y dedicación. «Deseamos inspirar a otros a reflexionar sobre el verdadero sentido de la Navidad y a poner en práctica los valores que ésta nos enseña», comentan los jóvenes participantes.
Los organizadores extendieron su agradecimiento a las familias de los participantes y a todos aquellos que contribuyeron a hacer posible esta representación, que se ha convertido en un evento fundamental del calendario navideño de la ciudad.
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