En el corazón de Termas de Río Hondo, una historia conmovedora ha inspirado a cientos de personas a buscar consuelo y milagros en un lugar especial: el monumento de Sandrita, una niña que falleció a los 5 años de edad. La historia de Sandrita es un testimonio de fe y esperanza en momentos de dolor y tristeza, y es un ejemplo de cómo la gente puede encontrar consuelo y apoyo en la creencia en algo más allá de lo material.
Fue abandonada por su madre biológica y Rosa y su esposo, asumieron la responsabilidad de brindar amor a este ser tan especial.
Los vaivenes por la delicada salud de Sandrita fueron constantes durante la breve vida de la niña. Viajes a Santiago o Tucuman para sus controles médicos estuvieron a la orden del dia y sus padres adoptivos hicieron hasta lo imposible para mejorar su calidad de vida..
Rosa, la madre de Sandrita, compartió con nosotros su emocionante historia de fe y esperanza en momentos de dolor y tristeza. Después de la muerte de su hija, Rosa y su familia experimentaron una serie de eventos milagrosos que atribuyen a la intercesión de Sandrita.
«La gente comenzó a dejar objetos en el monumento de mi hija, como flores, ropa de bebé y juguetes», relata Rosa. «No sabíamos quién los estaba dejando allí, pero pronto nos dimos cuenta de que la gente creía que Sandrita era un ángel que había sido enviado a la tierra para ayudar a los demás».
Uno de los eventos más impactantes fue cuando el marido de Rosa, Pepe, encontró un martillo que había desaparecido y que creía que Sandrita se lo había devuelto. Este evento fue visto como un milagro por la familia y los llevó a creer que Sandrita estaba trabajando en el cielo para ayudarlos.
«Mi hijo Richard, que tenía una condición médica, también experimentó una serie de milagros», agrega Rosa. «Después de la muerte de Sandrita, Richard comenzó a tener convulsiones y se pensó que no sobreviviría. Sin embargo, gracias a la oración y la fe, Richard se recuperó y vivió hasta los 37 años».
La historia de Rosa es un testimonio de la fe y la esperanza en momentos de dolor y tristeza. También es un ejemplo de cómo la gente puede encontrar consuelo y apoyo en la creencia en algo más allá de lo material.
LA VIDA DE SANDRITA
Sandrita nació en 1965, y desde muy pequeña, su familia notó que era una niña especial. Tenía una condición médica grave que la hacía sufrir de dolores constantes y convulsiones. A pesar de su condición, Sandrita estaba llena de vida.
A pesar de la tristeza que rodeaba la vida de Sandrita, su familia siempre encontró consuelo en la fe y en la creencia de que estaba en buenos manos. «Siempre creímos que Sandrita estaba en el cielo, mirándonos y cuidándonos», dice Rosa.
EL MONUMENTO DE SANDRITA
El monumento de Sandrita se ha convertido en un lugar de peregrinación para aquellos que buscan consuelo y milagros. La gente viene de todas partes para dejar flores, velas y objetos personales en el monumento, y para pedir la intercesión de Sandrita.
Rosa dice que el monumento es un lugar especial, donde la gente puede encontrar paz y consuelo. «Es como si Sandrita estuviera allí, escuchando nuestras oraciones y nuestras necesidades», dice Rosa.
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