El juez de Control y Garantías de Las Termas de Río Hondo, Silvio Sálice, desestimó ayer arresto domiciliario para dos hermanas, sindicadas de formar un grupo que días atrás habría agredido a un médico del CIS y provocado cuantiosos destrozos, al ser informado sobre el fallecimiento de su madre.
Allí giró lo medular de la audiencia de la víspera en los tribunales, requerida por la defensa de Érika y Noelia Juárez, a quienes el fiscal, Emanuel Sabater, atribuye cargos por “lesiones, daños y amenazas” en perjuicio del titular del área de Terapia Intensiva, el doctor Prados.
En el debate, el abogado habría instado a las domiciliarias, al alegar que Érika es madre de 4 menores y Noelia, de 3 pequeños. Habría ahondado que solo las imputadas cuidan a los niños y que sus detenciones ya ocasionaron dificultades en su educación y cotidianidad.
Por otra parte, el letrado también habría informado que sus clientes están dispuestas a afrontar el pago de la reparación de las instalaciones del CIS Termas, por ellas destrozadas.
Contragolpe fiscal
A su turno, el fiscal se habría opuesto a que las hermanas sean enviadas a su casas, al afirmar que los menores tendrían otros familiares a su cargo y subrayar que no hay que olvidar que las dos mujeres permanecieron prófugas, es decir no se sometieron al derecho ni bien estalló el escándalo, con las consiguientes actuaciones de la Justicia.
Después de merituar ambas posiciones, el juez Silvio Sálcice dispuso rechazar los planteos, basándose en “riesgos procesales”, dado a la incipiente de la investigación y con capítulos aún pendientes: al parecer, ahora se vendrían audiencias y la Fiscalía bregaría por el dictado de la prisión preventiva colectiva.
Fuente El Liberal
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