UNA MULTITUD SE CONVOCÓ EN LA FIESTA GRANDE DE SAN GIL

Entre veinte mil y veinticinco mil personas concurrieron ayer a Sacha Pozo, localidad ubicada a 42 kilómetros de La Banda, para celebrar la Fiesta Grande de nuestro Señor de San Gil.

Ana González, encargada de relaciones públicas y prensa de esta festividad, hizo esta estimación a EL LIBERAL cuando ya promediaba los tramos finales del encuentro.

«Para nosotros es un orgullo y una responsabilidad liderar y llevar adelante una fiesta de esta envergadura, que tiene entre veinte mil y veinticinco mil personas, dependiendo del momento del día, es una gran responsabilidad», destacó Ana a EL LIBERAL.

El domingo 1 de septiembre, día de la llamada Fiesta Grande, estuvo soleado y esas miles de almas pudieron disfrutar de una jornada de fe, tradición y en comunidad para rendir honores al Protector de los Pobres.

La festividad central estuvo marcada, como siempre, por sentidas celebraciones y un desarrollo en el que se revalidó la fe en esta una de las fiestas más queridas y emblemáticas de la provincia.

Ana destaca esa participación, pone de resalto la organización, pero al mismo tiempo agradece a quienes colaboran para que esto se realice muy bien. «No lo hacemos solo. Recibimos muchísima ayuda. En este caso, agradecer también a la gobernación de Santiago del Estero, a la gente de Vialidad de la Provincia, a la Policía de la Provincia, a los Bomberos Voluntarios y a todas las comisiones municipales que nos ayudan con el regado de las calles. Recibir tanta gente en un solo día es complejo y tenemos que hacer todo un armado para que esa gente pueda disfrutar el día en familia», resalto Ana a EL LIBERAL.

Las actividades empezaron bien temprano, a las 6, con la apertura de la capilla. Luego, hubo presentaciones de academias locales que llenaron el ambiente de música, danza y espíritu festivo. Vinieron bailarines de Estación Simbolar, con el profesor Agustín Centeno, y de San Lorenzo, con el profesor Javier Quiñones.

«Buscadores de Dios»

En tanto, la misa central estuvo a cargo del padre Ángelo Introzzi, de la parroquia del Sagrado Corazón de Clodomira, un momento clave para fortalecer la fe y renovar las promesas. «Vivo con mucha alegría esta demostración de fe. Encuentro mucha gente de las comunidades rurales y de otros lugares del país. Tengo una alegría grande porque veo que todos son buscadores de Dios», le dijo el padre Ángelo a EL LIBERAL a poco de concluir la misa y preparándose para la breve procesión que se realizó con la imagen del santo por los alrededores del predio.