El cadáver de Medina fue hallado por sus familiares durante la mañana de ayer quienes al parecer tenían contacto con «el Tuerto» —pese a haberlo negado ante la Justicia— a escasos metros de los inmuebles hallados el pasado viernes.
Ante el descubrimiento del cuerpo, efectivos del Departamento Homicidios y Delitos Complejos —que se encuentra en la vecina provincia desde hace varios días— llegó al lugar junto con sus pares de Investigaciones de la policía tucumana y el fiscal de apellido Gramajo de la Justicia de Concepción.
Allí su hijo reconoció que el cadáver era el de su padre por lo que de inmediato se realizaron en el lugar todas las tareas de rigor. El médico que examinó el cuerpo en primera instancia indicó que el asesino de Carla tenía una herida de arma de fuego en la cabeza.
La bala habría ingresado por la boca y salido por la nuca. Más tarde el cuerpo fue trasladado a la morgue judicial para ser examinado por los forenses. La Fiscalía termense que investiga el crimen —a cargo del Dr. Emanuel Sabater— solicitó puntos precisos a determinar en la necropsia tales como la data de la hora de muerte.
Los expertos de Criminalística secuestraron una pistola calibre 22 que se encontraba en una de las manos del asesino, lo cual supone que se trató de un suicidio. Además en la escena de la muerte no se halló ningún hecho que haga suponer lo contrario.
Una vez que finalicen los trabajos judiciales, fuentes cercanas indicaron que el cadáver de Medina será entregado a sus familiares para ser sepultados.
Carla consumió la cocaína que él tenía para vender
La minuciosa investigación que llevó adelante la policía del Departamento de Homicidios y Delitos Complejos dejó al descubierto detalles macabros entorno no solo a la muerte de la joven sino al submundo de la droga en el que la pareja se manejaba.
Fuentes cercanas a la investigación revelaron que tras el hallazgo del cadáver de Carla —el día lunes 19, a la vera del río Dulce en la localidad de Lescano, en Río Hondo— se reconstruyeron sus últimas horas con vida y todas apuntaban a Medina.
La joven había pasado la jornada del viernes y todo el sábado con Medida. Al parecer, ella (que tenía un vínculo afectivo con su asesino) no «acataba» sus órdenes y por eso tenían «problemas constantemente».
Un testigo de la causa habría declarado que el día sábado, Carla se movilizaba en la motocicleta de Medina y al pasar habría expresado a su círculo íntimo: «No quiero volver porque el ‘tuerto’ está enojado porque le robé la moto».
Según revelaron autoridades de la causa, la joven el día de su muerte habría consumido gran cantidad de cocaína que Medina tenía para vender y tras mantener una discusión ella se retiró de la casa de él en su motocicleta.
Cuando la joven regresó —con excusas que solo ellos conocían— él la llevó en dicho rodado hasta la localidad de Lescano, donde la mató. Dejó su cuerpo allí para fingir un suicidio y luego regresó. Toda esta situación quedó registrada en las cámaras de seguridad que la Justicia tiene como evidencia.
Antecedentes: capo narco, con un arsenal, y muy «respetado»
El «tuerto» Medina tenía 45 años. Nació en Tucumán, pero forjó toda su vida en Las Termas de Río Hondo de donde eran oriundos sus padres. En la «Ciudad Spa» no solo formó su familia, sino también un organizado negocio narco.
A raíz de la investigación por el crimen de Carla, los detectives determinaron que Medida lideraba una organización narco, dedica a la venta de cocaína. Tenía «soldaditos» que trabajaban para él incluso presumen que la misma función cumplía la víctima.
El femicida se valía del problema de adicciones que la joven tenía —además de la relación sentimental que los unía— para manipularla y utilizarla para la venta y entrega de las sustancias tóxicas.
Fuentes judiciales y policiales indicaron que Medina abarcaba un amplio número de clientes. Además de ser conocido por la droga que manejaba, la cantidad de armas que tenía en su poder generaba temor en su círculo. Allegados a Medina habían dejando entrever —no se sabe si como estrategia o una realidad que iba a cumplirse— que el supuesto asesino tenía pensado entregarse durante la mañana de ayer, pero al parecer el cerco policial sobre su familia y la viralización de su imagen en los medios de comunicación lo llevaron a quitarse la vida.
Fuente: El Liberal
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