PROMOCIÓN 1994 DE LA ESCUELA DE COMERCIO CELEBRA 30 AÑOS DE AMISTAD EN EMOTIVO REENCUENTRO

En una noche cargada de nostalgia y alegría, más de 40 ex alumnos de la Escuela de Comercio de Termas de Río Hondo, promoción 1994, se reunieron para celebrar tres décadas desde su graduación. El evento, que tuvo lugar el pasado fin de semana, fue el resultado de meses de planificación y demostró que los lazos forjados en las aulas pueden resistir el paso del tiempo.

María Inés , Pequi y Alejandro, organizadores del emotivo reencuentro, compartieron que los preparativos comenzaron en abril. «Hemos tenido de todo, momentos lindos y momentos para recordar», expresó María Inés, reflejando el tono agridulce de la celebración. La fiesta no solo fue un motivo de alegría, sino también una oportunidad para honrar la memoria de Rubén, un compañero fallecido el año pasado.

Para algunos, como Karina, quien viajó desde Mar del Plata, fue la primera vez en 30 años que se reencontraba con sus ex compañeros. «En mis recuerdos yo tenía esos chicos de 18 años, y hoy verlos para mí es muy emocionante», compartió, subrayando el impacto emocional del reencuentro.

La noche estuvo marcada por momentos de gran emotividad, incluyendo la proyección de videos del acto de colación y la cena de egresados original. Ale, otro de los asistentes, resaltó la unión que caracteriza al grupo: «Lo bueno de este grupo es que siempre nos caracterizó el estar juntos, muy unidos».

César, quien junto a su esposa Ximena forman uno de los matrimonios surgidos de esta promoción, expresó su sorpresa por la calidad del evento. «No me lo imaginaba. Creo que la estoy pasando espectacular y creo que todos lo estamos pasando bárbaro», afirmó.

La mayoría de los ex alumnos han seguido caminos profesionales exitosos, convirtiéndose en profesionales, empresarios o formando sus propias familias. Carmen, recordada como una de las estudiantes más aplicadas, reflexionó sobre el camino recorrido: «Cada uno ha seguido su camino, lo que le marcó el destino, y la verdad este reencuentro es muy emotivo».

El evento no solo fue una celebración del pasado, sino también un testimonio de la amistad duradera. A pesar de las distancias geográficas y los desafíos de la vida adulta, este grupo ha mantenido el contacto a lo largo de los años, reuniéndose anualmente cuando es posible.