Gerardo Zamora llegó al poder luego de ganar las elecciones del 27 de febrero de 2005 obteniendo el 46,5% con el Frente Cívico por Santiago, una coalición que buscaba romper con más de cuatro décadas de dominio del Partido Justicialista en la provincia.
Su asunción el 23 de marzo de 2005 coincidió con el fin de la intervención federal, decretada el 10 de abril de 2004 por el presidente Néstor Kirchner y aprobada por el Congreso, que puso fin al gobierno de Mercedes Marina Aragones de Juárez, esposa de Carlos Juárez. Esta medida se justificó por el «grave deterioro institucional» y las denuncias de corrupción y violaciones a los derechos humanos que pesaban sobre el régimen juarista.
Carlos Juárez, una figura emblemática y controvertida, había gobernado la provincia en varios períodos desde 1949 (1949-1952, 1973-1976, 1983-1987, 1995-1998 y 1999-2001) y mantenía una influencia casi feudal como caudillo. Aunque no era gobernador en 2004, su esposa continuó su legado, perpetuando un sistema clientelista y autoritario.
La intervención federal, que duró hasta el día en que Zamora asumió, buscó desmantelar esta estructura tras escándalos como el «Doble Crimen de la Dársena», que desató protestas masivas y expuso las fallas del gobierno.
Desde allí y hasta la actualidad el zamorismo concatenó periodos de gobierno entre Gerardo Zamora y su esposa Claudia Ledesma Abdala. En varios años de su gobernación tuvo un fuerte apoyo del kirchnerismo.
Ayer Zamora agradeció a través de sus redes sociales los saludos que recibió por cumplirse ayer 20 años de cuando asumió por primera vez la Gobernación de Santiago del Estero.
Cerca de la medianoche, ayer el mandatario expresó: «Muchas gracias a los que me enviaron saludos en este aniversario, y a tantos, que ayudaron a consolidar este proyecto político de unidad de todos los santiagueños!!»
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