La comunidad católica termeña celebró con fervor y devoción la fiesta en honor a su patrona, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. El emotivo encuentro religioso tuvo como figura principal al obispo auxiliar de la arquidiócesis de Santiago del Estero, monseñor Enrique Martínez Ossola, quien presidió la misa central y acompañó a los fieles durante toda la jornada.
La ceremonia litúrgica se llevó a cabo durante la mañana del domingo, con la participación activa de diversas comunidades barriales y rurales de la zona. En su homilía, el obispo envió un mensaje de esperanza, subrayando la importancia de mantener la fe en tiempos de incertidumbre global. “Vivimos en un mundo atravesado por conflictos que no solo destruyen pueblos, sino también la vida de las personas y de las familias que pierden a sus seres queridos en guerras que muchas veces les son ajenas”, expresó.
Uno de los momentos más destacados fue la participación de los misioneros de La Salette, quienes este año cumplen 60 años de acompañamiento pastoral en la comunidad de Las Termas. Su presencia fue reconocida como un verdadero hito en la historia de la iglesia local.
Además de la misa, se realizó una procesión por las calles del microcentro termense, reafirmando una tradición que año tras año reúne a cientos de fieles en torno a la figura de la Virgen María. Monseñor Ossola resaltó también la importancia del testimonio de María, y llamó a todos los creyentes a “hacer vida ese ejemplo entre nosotros”.
Con un marco de fe y unidad, la ciudad renovó una vez más su compromiso espiritual con la Virgen del Perpetuo Socorro, en una celebración que refuerza los lazos entre la iglesia y la comunidad.
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