La varicela es una enfermedad causada por el virus de la varicela-zóster, que provoca un sarpullido con picazón y pequeñas ampollas con líquido. Esta enfermedad se contagia muy fácil a personas que no la han tenido previamente o no se han vacunado. Solía ser un problema generalizado, pero, en la actualidad, la vacuna protege a los niños de contraerla.
Sin embargo, en las últimas semanas se registró un notable incremento de consultas de chicos que acudieron a los centros de salud públicos y privados, con síntomas compatibles con la enfermedad, que en las próximas horas, luego de la revisión médica, tuvieron la confirmación del cuadro de varicela.
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El Dr. Ángel Muratore, médico pediatra, docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, detalló los síntomas, el tratamiento y la importancia de prevenir el contagio, mediante el reposo del paciente.
Época
«Se trata de una enfermedad viral de la segunda mitad del año, cuando los niños retornan de las vacaciones de julio, con su mayor incidencia cerca de la primavera, ya que el virus necesita que las temperaturas ambientales no sean tan bajas», indicó.
Contagio
Sobre la propagación de casos, el médico sostuvo que «es muy difícil evitar los contagios, sobre todo por el largo período de incubación. Lo que parece un leve cuadro gripal, ya suele ser el inicio de la enfermedad. El niño sigue concurriendo al jardín o la escuela y ya está contagiando a sus pares por vía respiratoria. Por eso apenas aparezcan las primeras lesiones, se debe aislar al paciente y evitar el contacto con otras personas. Generalmente, el paciente se contagia y presenta un período de incubación de una semana a diez días, con un cuadro de decaimiento, febrícula y dolor de cuerpo».
La consulta médica a tiempo es fundamental para prevenir complicaciones y contagios.
La cantidad de lesiones depende del paciente
La varicela suele tener diferentes impactos, de acuerdo con el paciente. En muchas oportunidades presentan lesiones en todo el cuerpo, aunque hay casos en las que las erupciones se dan en sectores localizados.
«Más que varios tipos de varicela, existen diferentes formas de presentación de la enfermedad, lo que depende del grado de inmunidad del paciente: si está vacunado o no, el tiempo de exposición o contacto con la persona enferma, la edad, la lactancia materna en los bebés, la existencia de enfermedades crónicas o simultáneas. De repente comienza el periodo agudo, con el cuadro florido, con ampollas que luego se rompen y forman pequeñas úlceras. Las lesiones salen por tandas, no todas juntas, y suelen comenzar en la cabeza y el cuello, de ahí a todo el cuerpo», explicó.
La importancia de contar con la vacuna
Esta vacuna protege contra la varicela, previniendo especialmente las formas graves de presentación y sus complicaciones.
En las infancias, la primera dosis se coloca a los 15 meses de vida; y la segunda, a los 5 años de edad.
La vacuna contra la varicela está contemplada para personas con ciertas condiciones de inmunosupresión (consultar con el equipo de salud qué situaciones se incluyen y cuándo es el momento adecuado para aplicar esta vacuna en caso de ser necesaria); convivientes de personas con inmunosupresión y/o prematuras que pesen menos de 1500 gramos, que no hayan sido vacunadas oportunamente, no hayan padecido esta enfermedad y tengan serología negativa contra la varicela.
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